ALEGRIA
Derramándose escucho tu risa.
Universo de niño evitó
que a mi muerte la viera de prisa.
Surgió cerca una estrella después.
Muy cercana y muy lejos estaba.
Agua al yermo sació la avidez
y respuesta en un eco sonaba.
Y en un véspero de soledad,
entre la cotidiana gris prosa,
con belleza que es benignidad
floreciste cual pálida rosa.
?No es extraño en sollozos romper?
Cada lágrima de hombre es misterio.
Y una gran alegria es tener
un dolor que por breve no es serio.
Oigo al pecho infantil palpitar,
veo en rutas de luz sus planetas...
Si los niños que sufren son mar _
no podrán ser felices los poetas.
Pavel MATEV